Junto a las hijas, hay un complejo de estatuas, pero centramos la mirada en una estatua masculina perfecta y desnuda que formaba parte de un complejo familiar, advocación de una gran familia de generales, políticos y deportistas de Grecia central.Su nombre es Agías; Era un deportista que ganó más de tres veces, por lo que tenía derecho a ser elegido. Estamos observando su mirada seria, la mirada profunda, la forma en que gira levemente el rostro, los hombros que se doblan, todo equilibrado sobre un solo pie. Y así con el otro puede equilibrar también su peso. Podemos ver los músculos y huesos de su cuerpo en ejercicio que se ven tan naturales. Esta armonía va desde la cabeza hasta los pies y podríamos entender mejor el arte de alta calidad si le quitáramos la cabeza para ver que la medida de ello se ajusta a su cuerpo 7 veces. Esta era la proporción que estaban buscando.Una información interesante es que el escultor de Agías originalmente fue el gran escultor Lisipo, el único que tenía derecho a realizar el retrato de Alejandro Magno.Al parecer, la estatua de Agías que tenemos frente a nosotros es una copia exacta del prototipo y podemos entender que la mentalidad que se había desarrollado en la época clásica era la de entrenar el cuerpo por igual que la mente.De esta manera las personas podrían considerarse perfectas mental y físicamente. Y si fueran perfectos, también sus sociedades podrían ser perfectas. Por eso no se sentían avergonzados cuando sus cuerpos se convertían en arte desnudo.